El pasado viernes el Gobierno de Chipre acordaba con los representantes europeos de la troika en Bruselas un impactante acuerdo por el que a cambio del rescate a la banca chipriota, se pretenden bloquear el 10% de los depósitos bancarios del país. El presidente del país, Nicos Anastasiades ha sostenido que este expolio se trata de "una dolorosa pero controlada gestión de la crisis". La votación de esta propuesta ha sido aplazada en varias ocasiones debido a que el Gobierno de Chipre no ve posible que una medida de este calado pueda ser aprobada en el Parlamento del país donde no gozan de la mayoría. Entre tanto el pueblo chipriota debe sufrir el cierre de todas las entidades de su sistema bancario hasta el próximo jueves.
Para el responsable de Política Internacional y eurodiputado de IU Willy Meyer "este nuevo paso en el proceso de destrucción financiera de los países del sur de Europa nos está anunciando un presente que tiene un ejemplo similar en España. El riesgo de las entidades financieras españolas fue asumido sin saberlo por parte de los tenedores de participaciones preferentes, que han visto bloqueados sus fondos. En el caso de Chipre no son solo los tenedores de preferentes, sino que todos los ahorradores del país se verán afectados, los chipriotas perderán el 10% de los ahorros de una vida para poder garantizar que los bancos puedan volver a disponer de fondos, de los fondos de los chipriotas".
"Desde Izquierda Unida expresamos nuestro más enérgico rechazo a este "corralito" porque supone un ejemplo literal de que la Troika está haciendo pagar la crisis a quienes no la han provocado, los ciudadanos". "Con estas medidas se devora la capacidad de consumo de todo un pueblo para entregarla sin más a su sistema financiero, el mismo sistema que es el culpable de la crisis". "Expresamos nuestra más profunda solidaridad con el pueblo de Chipre y compartimos su indignación ante un Gobierno capaz de vender hasta el alma del estado para mantener los beneficios del sector bancario y a una Unión Europea que se pliega ante los poderes financieros y en concreto los bancos alemanes".
El pueblo de Chipre, gracias a su anterior gobierno, se ha resistido a privatizar un estado que con tanto esfuerzo han construido, y los poderes financieros europeos pretenden extorsionar, amenazando con el robo directo a todo un pueblo. Esta crítica situación para Chipre es el reflejo del futuro para todo el sur de Europa si seguimos permitiendo que la troika gobierne nuestros países. Más que nunca debemos apoyar a un pueblo que sufre por la misma causa que el nuestro y más que nunca debemos ser capaces de organizar una respuesta que termine con la Europa de los bancos para construir la Europa de las personas.
Para el responsable de Política Internacional y eurodiputado de IU Willy Meyer "este nuevo paso en el proceso de destrucción financiera de los países del sur de Europa nos está anunciando un presente que tiene un ejemplo similar en España. El riesgo de las entidades financieras españolas fue asumido sin saberlo por parte de los tenedores de participaciones preferentes, que han visto bloqueados sus fondos. En el caso de Chipre no son solo los tenedores de preferentes, sino que todos los ahorradores del país se verán afectados, los chipriotas perderán el 10% de los ahorros de una vida para poder garantizar que los bancos puedan volver a disponer de fondos, de los fondos de los chipriotas".
"Desde Izquierda Unida expresamos nuestro más enérgico rechazo a este "corralito" porque supone un ejemplo literal de que la Troika está haciendo pagar la crisis a quienes no la han provocado, los ciudadanos". "Con estas medidas se devora la capacidad de consumo de todo un pueblo para entregarla sin más a su sistema financiero, el mismo sistema que es el culpable de la crisis". "Expresamos nuestra más profunda solidaridad con el pueblo de Chipre y compartimos su indignación ante un Gobierno capaz de vender hasta el alma del estado para mantener los beneficios del sector bancario y a una Unión Europea que se pliega ante los poderes financieros y en concreto los bancos alemanes".
El pueblo de Chipre, gracias a su anterior gobierno, se ha resistido a privatizar un estado que con tanto esfuerzo han construido, y los poderes financieros europeos pretenden extorsionar, amenazando con el robo directo a todo un pueblo. Esta crítica situación para Chipre es el reflejo del futuro para todo el sur de Europa si seguimos permitiendo que la troika gobierne nuestros países. Más que nunca debemos apoyar a un pueblo que sufre por la misma causa que el nuestro y más que nunca debemos ser capaces de organizar una respuesta que termine con la Europa de los bancos para construir la Europa de las personas.
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